lunes, 23 de abril de 2012

Jerga del Pandillero en Nicaragua

¿Cómo forma el pandillero su vocabulario?

En la formación de palabras, el pandillero recurre a dos procedimientos básicos propios de nuestra lengua: la composición y la derivación. Pero existen otros recursos, como las onomatopeyas y la creación lexical mediante sílabas iniciales o finales de la palabra original.

A continuación presentamos algunas palabras del vocabulario del pandillero con la letra A.

abril (año de cárcel). Ej.: Por lento, te cayeron donas abriles.

acalambrado (acobardado, lleno de miedo). Ej.: El peluche estaba acalambrado cuando lo llegó el polizonte( policía).

acalambrar: Acobardarse, llenarse de miedo. Ej.: El que se acalambre que mejor no vaya a la bronca( pleito) con los traídos( rivales).

acoi: aquí. Ej.: Acoi te espero, mi amor.

aculado: aguado, nervioso, preocupado. Ej.: Mi prix(amigo) está aculado por haber participado en el bonche(pleito).

achote: oro, metal precioso. Ej.: Esa rienda es de achote.

Lee el siguiente texto y extrae las jergas del pandillero que allí aparecen:

Ejemplo: Lacrado: tatuado


Bañándonos un domingo en los Termales de Tipitapa, le preguntó a un muchacho con el pecho lacrado” (tatuado) el porqué de sus tatuajes. El Tipo extrovertido, nos explicó que los cinco nombres tatuados correspondían a los de sus cinco “arpenes” (hermanos). Yo le informé que Róger estaba escribiendo un libro sobre las pandillas y si quería salir en una fotografía. “Sirilo” (sí) me contestó. Si podría asistir al acto de presentación del libro para que diera su testimonio sobre las “maras” (bandas de los pandilleros). “Corrales” (correcto) respondió. Finalmente, si podía también estar ese día a la par de un policía. “¡Nelson mandela!” (¡no!, ¡nunca!) Reaccionó.

El domingo siguiente el joven pandillero llegó a las caldas con seis compañeros. Róger, como para entrar en confianza, lo saludó en su lenguaje. “¡Hola, peluchín!”. Y él, como un compañero de su banda, le contestó: “¡Qué sopa, qué nota, güey!”. Desde entonces, Matus Lazo se entusiasmó más con su investigación, comprendiendo que la “mara” era para ellos su “cantón” (hogar), y a veces el único, descubriendo sus vocablos más comunes: “familia” (armas), “hermana” (pistola), “lengua larga” (machete), “purgante” (puñal), “tunca” (navaja), “territorio” (zona de operaciones), “traidos” (enemigos), “luciérnaga” (fluido eléctrico), “tagmanates” (piedras), “chuzos” (cuchillos) y “teleguampos” (puñetazos).

La vida de esta “manada” (pandilla) —agregó— se desenvuelve en las “tinieblas” (vicio): no falta la “leche” (licor), el “medicamento” (crack), la “aspiradora” (cocaína), los “misiles” (cigarros de marihuana), la “brelia” (pegamento para oler) y los “angeorgis” (cigarrillos). En realidad, a la droga (licor, tabaco, marihuana, pegamento, cocaína y crack) la llaman con casi setenta nombres. He aquí algunos: alacrán, argonlín, agua bendita, aspirina, arco iris, azúcar, bate, bazuco, blanco, cabra, cable, calín, coco, cocol, cocolilla, churrasco, chicha, garrote, maduro con queso, masacuato (de origen salvadoreño), mota, mozote, perica raya, piedra, puro bañado, ron pin pon, sopa de frijoles, vida eterna, vitamina y yon son, por citar otras treinta designaciones.

Sus metas son las de un “braco” (tipo de malas intenciones), “ganar” (robar), “cueros” (carteras), “cedanias” (cadenas de oro), “trombas” (relojes), aterrizar en una “perrera” (fiesta bulliciosa) y no retirarse hasta haberse lucido con una pequeña demostración de sus habilidades: quebrar “medallas” (botellas de licor) y hacer correr la “pitahaya” (sangre) en un salón ya sin “lumbre” (oscuro) y sin “violinistas” (intrusos). Pero su reto más grande es la “humalera” (encuentro con otra pandilla), acontecimiento que estremece a todo un “barrilete”, cuyo nombre adquiere notoriedad, sobre todo por la cualificación de su “machada” (pandilla).


Otros ejemplos de la jerga del pandillero:
Dice la última: “Santa Mariquita (Dios te salve María), roquita del colochón (madre de Dios, pero “colochón” remite a Jesús), parla a todos nosotros tus pofis (ruega por nosotros, los pecadores), ahora y en este diámetro (ahora y en la hora) antes que me toque rifarme con la flaca (de nuestra muerte). Epán (Amén).”

Por su lado, el “Padre Nuestro” —en su versión más actualizada del Padre, es la siguiente: “Roco nuestro que estás en el Reinaldo de los Celestinos, santificada sea tu nómina, siempre hacé lo que te cuadre a cochi como arriflanchi, pero el pánfilo de cada diámetro, dispáramelo al suave-duro”.



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